ciencia ficción, cine, humor, ocio, psicología, religion

FENOMENOS PARA-ANORMALES: la Ouija

Anoche viví una experiencia un tanto inusual: me invitaron a hacer una Ouija.

¿Cómo se invita a una persona a participar en semejante actividad? Desde luego NO como me invitaron a mí. Una invitación a participar en una Ouija debería contar, entre otras cosas, con un halo de misterio y misticismo. De esa manera generas curiosidad a la vez que creas ambiente. Algo así como:

¿Estás preparado para una experiencia no apta para cardíacos que te sacará de tu insustancial, soporífera e insignificante existencia y  vivirás el horror de los terrores arcanos y quizás, solo quizás, logres sobrevivir para contar a tus nietos?

Eso sí que es una invitación. No que llamen a tu amigo mientras estás tomándote una cerveza con él.

«—¿Te vienes a hacer una ouija?
—Es que estoy con un amigo ahora…
—Pues que se venga»

¿Que se venga? Dicen que jugar con una ouija puede costarte la vida, pues puedes salir poseído o atormentado de por vida por un espíritu del que no te has despedido correctamente (esto no me lo he inventado yo, por lo visto ha pasado). ¿Voy a jugarme la vida por un «pues que se venga» ? ¿De verdad quiero que en mi lápida haya un epitafio que diga «aquí yace Ezequiel, el que estaba alli»? Pues eso parece, porque dije que si.

Repasemos lo que sabía antes de embarcarme en esta aventura:

-La Ouija consiste en un tablero con todas las letras del abecedario y unas pocas palabras de uso cotidiano (hola, adiós, si, no, guardar partida, etc).
-El tinglado sirve para contactar con un espíritu o similar, que se comunica con los usuarios moviendo una especie de puntero móvil que consiste en una taba o abrojo de madera con forma de flecha o un vaso de chupito boca abajo (versión multijugador) hacia las letras y palabras.
-Para que este fenómeno suceda es imprescindible que los asistentes mantengan un dedo encima del puntero en todo momento. Aunque como está la cosa, no me extrañaría que antes de contactar con el fantasma tuvieras que tragarte un vídeo de publicidad como en  YouTube.

No voy a entrar a describir todos los detalles de la velada. Pero algo que estimo digno de destacar es que los allí asistentes parecían sacados de una película de terror noventera. Estaban todos menos la animadora.

EL EXPERTO: el dueño de la Ouija. Este sabía todo lo que hay que saber sobre espiritismo, algo que no desaprovechaba ninguna oportunidad para recalcar. No conseguí averiguar de quién de los asistentes era cuñado.

EL PREPOTENTE: Esta variante puede cambiar según la zona donde se realice el experimento. En Estados Unidos, por ejemplo, lleva una de esas chaquetas de hermandad universitaria (Pí Beta’l Carayo) con las mangas blancas. Sus funciones son básicamente dárselas de incrédulo, ridiculizar todo y a todos y morir primero. En nuestro caso era un Hipster y yo creo que ya con eso sobran palabras.

LA HISTERICA: cumpliendo con la norma general, era la novia de otro de los «jugadores». En este caso nuestro amigo el PREPOTENTE. Básicamente, su función es agarrar muy fuerte el brazo de su novio y chillar en las situaciones en las que proceda. Como cuando se oye un ruido en alguna parte de la casa (cosas que gustan mucho de hacer los fantasmas) o cuando su novio, dolorido ya, le devuelve el apretón.

Es curioso lo de los fantasmas. Tanto estudiar y trabajar en una vida para acabar haciendo durante toda la eternidad lo que ya hacía con dos años: ir por la casa tocando cosas.

EL AGNOSTICO (¿YO?) : Se trata básicamente de uno que pasaba por allí. Una persona que no tiene claro si es creyente o no porque no se ha parado a pensar en semejante idiotez tema. Yo no soy precisamente creyente, pero si muy fácil de asustar. 

Soy una de esas personas que están muy a gusto en su ignorancia respecto a temas esotéricos debido a la facilidad de acongojamiento que me caracteriza. Razón por la cual a día de hoy no se cómo se me ocurrió embarcarme es esta empresa. Así soy yo, la ignorancia es mi armadura. ¿Que la verdad está ahí fuera? Pues cierra.

Al principio, la velada parecía una reunión normal y corriente. Todo eran risas y fiestas hasta que el Experto adoptó una expresión sombría y dijo «es el momento». El «momento» había coincidido curiosamente con el final del Madrid-Barça que estábamos viendo mientras comíamos un nutrido popurrí de frutos secos que había traído uno de los futuros nigromantes. Igual que un pescozón concluye la infancia de un niño, el último pitido del árbitro dio fin a la parte amena de la noche.

Entonces la Histérica, que yo no tenía claro si era así de fea o le había tocado una almendra amarga, sentenció que no deberíamos jugar con estas cosas. Que era un tema muy serio para tomárselo a la ligera. inconscientemente, me pareció visionarla engordando la factura de su teléfono los sábados por la noche llamando de madrugada al adivino de la tele.

Como si del de un espíritu se tratase, su comentario pasó por completo inadvertido por el grupo. El Experto encendió unas velas chatas de IKEA, apagó  las luces, y apartó en semipenumbra los frutos secos de la mesa al tiempo que depositaba en el centro de esta el famoso tablero. Acto seguido, paseó la mirada entre todos mientras dijo con voz muy solemne «ahora es el momento de echarse atrás, luego no va a haber oportunidad de ello».

Esto último era mentira, porque aunque la Histérica volvió a recalcar su disconformidad, sus palabras quedaron una vez más sin respuesta. El Experto colocó un vaso boca abajo en el centro del panel y todos pusimos un dedo en él. Entonces el Experto recitó. «Si hay alguien aquí, que se manifieste».

El vaso no se movió.

«fuerzas de lo paranormal, si estais aquí, por favor, manifestaos».

El vaso de chupitos quieto como los párpados de Espinete.

«Atención , espiritus»—estas últimas palabras exudaban algo de súplica— manifestaos.

Cero movimiento

—Igual no hay nadie—comentó el Hipster.
—O igual está comunicando—añadí yo al tiempo que miraba con ansia la bolsa de frutos secos que había quedado fuera de mi alcance.

Entonces ocurrió…

jjjjjjjjjjjjj

El vaso empezó a moverse lentamente bajo el peso de nuestros dedos, mientras todos alternabamos entre mirarlo y mirarnos entre nosotros preguntándonos quién se estaba cachondeando de los demás. Durante su viaje, lo único que se oía en la casa era el deslizamiento de cristal sobre madera. Al mismo tiempo, un olor nauseabundo inundó la estancia.

—jjjjjjjjjjjj H O L A
—¿Quién eres? —Preguntó el experto tapándose la nariz con la mano libre. —¿Eres Satán?

Aquella pregunta me descolocó un poco. Francamente, si el diablo existe, no creo que en sus obligaciones figure estar de guardia como una operadora esperando a que la gente contacte por Ouija. Que no digo yo que no pueda ser pero me imagino que debe de haber unos filtros para llegar hasta él, un conducto reglamentario, un par de empleados y un supervisor al menos…

jjjjjjjjjjjjj NO.

El olor de la estancia se tornó cada vez más nauseabundo.

—¿Cuál es tu nombre?
—jjjjjjjjjjjj W A L  T E R

Esto me dio a pensar que con todos los adelantos que hay hoy en día en tecnología me parece raro que todavía no haya una Ouija con texto predictivo, pero lo importante era que la noche no parecía ir a terminar nunca. 
Al principio, cuando iba por la L, yo ya sabía que iba a decir hola. ¿Cuánto iba a durar esto? ¿sería posible que fuera a hipotecarme la noche el espíritu de los c…? ¿Y encima con este pestazo?

Encima el espíritu se llamaba Walter….

—Dinos… Walter —continuó el Experto, tosiendo con motivo del ponzoñoso ambiente— ¿Qué quieres de nosotros?

¿Que qué quiere? ¿Lo llamas tú y le preguntas qué quiere? No es una buena manera de empezar una conversación. Además, llamándose Walter lo más seguro es que quiera que te pases a Vodafone o algo.

—jjjjjjjjjj E Z E Q U I E L

aquella última letra señalada me hizo olvidar toda idea de seguir con las bromas. ¿El espíritu me había nombrado? Todos me miraron con incrédula aprensión.

—¿Qué ocurre con Ezequiel, oh espíritu?— Indagó el Experto

—jjjjjjjjjjjj C U L P A B L E

Una vez más, con los ojos humedecidos por las lágrimas provocadas por el asfixiante ambiente, me miraron.

—jjjjjjjjjjjj I N T O L E R A N C I A
—¿intolerancia? «tose» ¿intolerancia a qué, oh espíritu?
—jjjjjjjjjjjj A L M E N D R A S
—¡¿Almendras?!
—jjjjjjjjjjjj E L E S Q U I E N S E H A T I R A D O E L P E D O

Twitter=@cansinoroyal

Anuncio publicitario
Estándar
educacion, estilo de vida, humor, música, moda, ocio, psicología, religion, social

LA BIBLIA HIPSTER: Tomo Primero. Los 10 Mandamientos Hipster

Tomo primero del Testamento
De San Benancio. Patrón de las descargas que en gloria esté.

Por los siglos de los siglos esté en gloria San Benancio. Pues él nos trajo la buena nueva digital cuando tuvo a bien contratar ADSL 12 megas a 29’95 (impuestos indirectos no incluidos) y dejar su router abierto. La palabra del WiFi (Wi-Fi para los ebreos) llegó a nosotros gracias a él en una época oscura en la que los Hipsters, celosos devotos del WiFi, sólo podían acceder a su palabra a través de almas caritativas como Starbucks, tiendas Apple y esa gente que tiene por contraseña «1234567».

Porque el WiFi es Dios, y Benancio es su profeta.

Dos tablets trajo San Benancio del Monte de Jazztel. En ellas estaban escritos, en PDF a doble espacio y en fuente Times New Román, los Diez Mandamientos del Hipster.

1. Adorarás al WiFi por encima de todas las cosas.
2. No robarás WiFi.
3. Honrarás a tu padre y a tu madre, pues de él son las Ray Ban Aviator del 83 que llevas, y de ella la diadema de plástico que regalaste a tu novia Hipster de sien rapada.
4. No tomarás el Café en vano.
5. No matarás, salvo a quien critique la música Indie .
6. No te afeitarás.
7. No dejarás que la batería del iPhone baje del 10%.
8. Te aferrarás a la tecnología y los gadgets mientras te empeñas en vestir como alguien que los rechaza.
9. Buscarás en Google el significado de la palabra «mainstream»
10. Usarás la palabra «mainstream» al menos diecisiete veces al día.

Oremos todos, cantemos el Salmo de San Benancio:

«San Benancio, San Benancio
De la Palabra portador
Gloria al Salvador San Benancio
Generoso benefactor

En un archivo con su nombre
Los Mandamientos compartirá
Descargalos con Utorrent
Descomprímerlos con Win Rar»

San Benancio tope guay
San Benancio es tope Hipster
San Benancio es darle Like
San Benancio es suscribirse.»

Aquí termina el Tomo Primero del Testamento de San Benancio. La paz sea con vosotros, colocaos la pajarita, rebobinad las cintas y no dejéis enfriar el Café

Amen

Twitter=@cansinoroyal

Estándar
educacion, estilo de vida, hogar, humor, ocio, psicología, religion, social

UN TAL MURPHY Y LA MADRE QUE LO PARIÓ

Para los que no conozcan las Leyes de Murphy, basta con decir que era un poco pesimista, pues su máxima era «si algo puede salir mal, saldrá mal»

«Si algo puede salir mal, saldrá mal; si algo puede salir mal en el gobierno, saldrá mal por triplicado, sellado y con fotocopia compulsada».

Murphy es como el típico cuñado que te dice por dónde no tenías que haber pasado justo después de pinchar la rueda. Solo que Murphy encima acompaña el comentario con una de sus leyes, y tú te sientes aún más estúpido por que «mira que no conocer mis leyes…».

Una de sus famosas afirmaciones es aquella que glosa sobre la absoluta certeza de que si una tostada se te cae, la cara que toque el suelo será la de la mermelada. Visto con perspectiva esto es una ventaja. Yo soy muy indeciso, y nunca se por qué cara de la tostada untar la mermelada. Gracias a esta frase tan solo tengo que tirar la tostada al suelo para salir de dudas.

image

Si la ley de Murphy fuera española, la tostada caería por el lado que dijeran los bancos.

De todas maneras no debemos echar la culpa a Robocop de todas las desgracias de la vida. ¿Qué otras posibles causas hay?

El KARMA

image

Se escribe karma, y se pronuncia «Jódete por cabrón». A mi el karma me recuerda a cuando eramos pequeños y nos llovía una hostia. Ante aquel sobresalto (y escozor)  mirábamos a nuestra madre en muda búsqueda de una explicación y ella, por toda respuesta a nuestra pregunta no pronunciada esgrimía un afilado «tú sabes por qué».

Si que lo sabíamos. Y es que amigos: no llaméis karma a las cosas que os pasan por gilipollas.

Descartada la venganza del universo, busquemos otra posible fuente de desventuras.

EL DESTINO

¿Existe un patrón urdido por una entidad superior e incomprensible para nuestra vida y la de todos? Y de existir, ¿Tiene éste la culpa de que las cosas nos salgan mal?

No soy muy ducho en temas esotéricos. De hecho siempre he pensado que al destino hay que darle un empujoncito si quieres que salga como «está escrito». Pero en estos temas cabría plantearse en dónde reside el destino, si es que existe. ¿Se encuentra quizá en el horóscopo? La idea de que mi vida este regida por el mes en el que he nacido me parece ante todo curiosa.

«Querido Tauro, no te preocupes, tu novia no hizo nada malo en aquella fiesta…  Ah, que eres piscis. Lo siento, no te había reconocido con esos cuernos»

Tal día como otro cualquiera me levanté temprano, me lavé la cara, y después de mi intento matutino de hacer el moonwalk, leí el horóscopo de Virgo. En realidad soy Cáncer, pero siempre leo también el de Virgo porque me interesa mucho este signo y porque de pequeño me pegaban más por encima de la espalda que por debajo. Esto es así, o te arriesgas a que tu hijo te denuncie por acoso sexual o te arriesgas a tener un hijo tonto perdío como yo.

En fin, la predicción semanal de este signo rezaba:

«Querido Virgo, conocerás a una persona muy especial. Antes de terminar el día serás asesinado por ella»

Bien, después de leer aquello, lo primero que pensé fue que semejantes palabras se me antojaban demasiado inexactas para suponer el porvenir de todos los Virgo. Pero tal y como dije antes, al destino hay que darle un empujoncito, así que no me lo pensé más y bajé a la calle con un cuchillo a cargarme a todos los Virgo que encontrase.

En serio ahora, a mi cuando una chica me pregunta qué horóscopo soy ya juzgo que no vale la pena seguir conociéndonos.

«—Soy Geminis con ascendente a Escorpio, ¿Y tú?

—Déjate de horóscopos y vamos a jugar al ajedrez

—Vale pero esta vez barajo yo, que no me fío.»

Entonces, si el destino no tiene nada que ver, ¿qué otra cosa nutre la obra de este señor?

LA MALA SUERTE

Esa fuerza devastadora que, aunque muchos que se llaman a sí mismos sensatos reniegan de su existencia, es posiblemente el único pilar estable en dónde este genial cenizo de cenizos se apoyaba para proclamar su lema.
La mala suerte está ahí, y cualquiera que lo niegue o bien miente, o bien se miente a sí mismo, en cualquier caso es un mentiroso: matémosle. 

Pero… ¿qué es la mala suerte?

Mala suerte es que la gente se haga un tatuaje en «un día de borrachera» y a mí, que lo tengo totalmente claro, me hagan esperar un mes.

Mala suerte es sentarte en el inodoro con la puerta del baño abierta y oír como se abre la de la calle acompañada de las voces de amigos de tu pareja.

Mala suerte es decir «me voy que llego tarde», llegar media hora antes, y tener que esperar porque la persona con la que has quedado si que «llega tarde».

Mala suerte es formar parte de la familia de Liam Neeson en Venganza.

Mala suerte es saltar al vacío y pillarlo lleno.

Mala suerte es ir a ver un eclipse y que vaya la luna y se ponga en medio.

Mala suerte es meterte a cura y que te viole un niño.

Mala suerte es estar con la ouija, que te salga un espíritu argentino y acabar con esguince de muñeca.

«—L-U-K-E-Y-O-S-O-Y-T-U P-A-D-R-E

—Con la ouija no es lo mismo, Constantino

—Y-A… »

Eso es mala suerte y lo demás es no haber estudiado. Porque también vemos mala suerte donde no la hay. O si la hay pensamos que no merecemos tal cantidad de la misma ¿Creéis que 7 años de mala suerte son muchos por haber roto un espejo? Probad a romper un preservativo.

Bueno a estas alturas ha quedado claro y diáfano que la mala suerte está ahí,  y que nuestro amigo lleva algo de razón el de Super Detective en Holywood lleva a algo de razón. Una vez aclarado esto, ¿qué podemos hacer contra ella?

Para evitar estos mecanismos fatales de la vida hay una serie de trucos supersticiosos. Ah, la superstición. Qué habría sido de muchos de nosotros sin ella. Cuánto deben los fabricantes de bebidas alcohólicas a la frases «brindar con agua da mala suerte».

image

Yo no soy supersticioso. Tan sólo evito vestir de amarillo, cruzarme con gatos negros, pasar por debajo de una escalera, comer sin rezar o empezar a salir con una chica sin sacrificar antes un par de pollos, desnudo a la luz de un par de velas negras, lo típico.

Como decía, no creo en las supersticiones, pero por si acaso, mejor comparte este Blog con 3476286 amigos o tu WhatsApp pasará  a ser de pago. Yo ya lo he hecho y puedo demostrar que funciona. No me han cobrado ni un duro.

Twitter=@cansinoroyal

Estándar
economia, educacion, estilo de vida, familia, hogar, humor, ocio, psicología, religion, social

CREENCIAS, RELIGIONES, Y OTRAS COSAS QUE ME TOCAN LOS…

image

Hola a todos. La Semana Santa esta a punto de concluir un año más. Y ante tanto ambiente litúrgico-festivo, me he puesto a darle un par de vueltas a una serie de asuntos que atañen a la religión. Lo primero que quiero dejar claro es que esta entrada, aunque refleja mi opinión y actitud ante la religión, no pretende faltar al respeto a nadie.

No obstante, no me sentiré ofendido si lectores potenciales que se reconocen susceptibles de sentirse afectados por mis palabras y los hechos ficticios relatados por estas deciden seguir de largo.

Así pues vamos a ello. Y nada mejor para empezar que dedicar esta entrada a nuestro Salvador. Aquel que se sacrificó para salvar nuestras almas. Va por ti, Son Goku.

De todos es sabido que para Dios hay dos tipos de personas: las que están bautizadas y las que no. Esta es la diferencia más significativa entre entrar al cielo o al infierno. De ahí esa gente que se hace tatuajes con la cara de Jesucristo.

Puede parecer ésta una práctica de devoción, pero yo lo veo más bien como una cuestión práctica: si te tatúas la cara de Jesús en el cuerpo, cuando mueras y vayas a las puertas del cielo y San Pedro te corte el paso puedes decirle «perdona, pero yo ya estaba dentro, sólo he salido a fumar, aquí puedes ver el sello que me pusieron los porteros».

Hablando de morir: En diciembre celebramos que nace Jesús y en abril celebramos que le matan. ¿En qué quedamos? ¿Estamos a favor o en contra de este señor?

A lo que vamos: si sólo existen los bautizados y los no bautizados, ¿en que categoría entro yo, que soy un bautizado que se quiere desbautizar?

La razón de desbautizarme no es otra que mi descontento con Dios, más concretamente con la Iglesia, más concretamente con un cura, más concretamente con su…  bueno. Los detalles no son necesarios.

Y eso que yo en su momento quise arreglarlo por vía pacífica. Esta intención me llevo a misa el domingo pasado. Ceremonia que oficiaba el citado sacerdote

Esperé a que el chamán de la tribu ordenase que nos diésemos la paz (darse la paz es el recreo de las misas), me acerque a él, e invadido por el ambiente litúrgico y por el aroma a incienso, pregunté: «Padre: Por qué vuestra costumbre de poner la mano en mí, habiendo como habían tantos sitios para descansar dicha mano yo pregunto»

Y el sacerdote, muy litúrgico también, me contestó: «Por que así lo contempla la palabra de Dios, hijo mío».

¿En serio? ¿ya está? ¿esa era toda la respuesta que tenía? ¿escudarse en el conducto reglamentario? Esa era la contestación que me dio hace años. Y yo la acepté y crecí con los valores de la religión. Pero cuando un vecino mío que es cura le puso clave a su WiFi empecé a replantearme la veracidad de esos valores y me di cuenta de que la Iglesia era una institución como otra cualquiera. Con sus jefes, sus manuales, sus sueldos y sus conductos reglamentarios.

Tú en una empresa no puedes saltarte el conducto reglamentario; así que el jefecillo te dice «esto es así, ordenes del jefazo» y ahí queda, porque tú no puedes ir a pedirle explicaciones al jefazo, y esta premisa ha sido siempre la estratagema que han seguido los jefecillos para hacer lo que les ha venido en gana: citar al de arriba.

La iglesia tiene métodos parecidos, y dada la antigüedad de ésta frente al resto de puestos de trabajo, yo diría que fue la pionera.

Y es que dicen que la Fe es ciega por que si tuviera ojos y viera lo que hemos hecho en su nombre no existiría.

Si nos hubiesen enseñado a creer en nosotros mismos en lugar de en un ser superior, nos hubiéramos ahorrado millones de muertes.

                         Visto en Twitter

«—¿Qué has aprendido en clase de religión, hijo?
—A pedir perdón después de liarla.
—Muy bien. ¿Y en clase de ética?
—A no liarla»

A mí personalmente me gusta oír las tonterías de la gente, de esta manera yo me siento un poquito menos tonto. Una vez alguien me dijo que J. R. Tolkien, autor de maravillosas obras como El Señor de los Anillos «es posiblemente el primer Friki de la historia, tio. ¿Has visto la cantidad de nombres que se ha inventado escribiendo El Silmarillion?» a lo que yo le respondí «me complace comprobar que no has leído la Biblia».

Una auténtica barbaridad el número de nombres que salen por página en el Libro Sagrado, y algunos un poco… molestos al paladar.

«Y tras el ayuno, subió Aharhel a la montaña, y allí dijo: qué hijos de puta mis padres por el nombre que me han puesto.
Y vio Dios que era cierto.»

  Testamento de Eufradesio 13/4

Aunque lo parezca, esta entrada no va contra los feligreses. No estoy en contra de ninguna religión. Pero me veo en la obligación de admitir que si que tengo mis reservas en cuanto a la gestión que los hombres, como individuo y como colectivo, tienden a hacer de esta.

¿soy el único que se pregunta por qué si la constitución define a España como un estado aconfesional, la Semana Santa supone un parón en todo el territorio español?

Pues claro que si. Vosotros sólo queréis la semana santa para iros de puente, en lugar de celebrar el día en que Son Goku se sacrificó por la salvación de la humanidad. Hablando de la Semana Santa: entre la ficcion, las cuerdas, la gente atada y los azotes, no se diferencia mucho de 50 Sombras de Grey ¿no?.

Algunos de vosotros sospechareis que estas son las palabras de un ignorante que se ampara en la libertad de expresión para echarse unas risas y de paso provocarlas a costa de una institución con valores tan hermosos como antiguos y me ofende, ME OFENDE, que esto sólo sea para vosotros una sospecha cuando salta a la vista que son mis únicas intenciones.

Así es, soy un ignorante en temas religiosos. Sin embargo no es algo que me quite el sueño tanto como ignorar dónde esta la llave de paso de agua de mi casa o el comprobante del seguro del coche, virtudes que también me atribuyo.

Como decía, las virtudes de las religiones me suponen un misterio, pues sólo se unos pocos detalles de algunas.

Para mí la religión es un patio de colegio en donde hay una mayoría que se mete con los demás (católicos). Algunos niños reciben golpes y todo tipo de vejaciones de las que nunca se defienden (budistas). Otros procuran huir por todo el patio, pero como éste no es infinito, a veces son alcanzados (judíos), y ni todo el dinero de sus padres pueden librarnos de la crueldad de la Mayoría. Otros se dedican a ir detrás de los demás e intentar convencerles de tonterías propias de su edad (testigos de Jehobá), los días de vacunaciones, casualmente «están malitos» y han de faltar a la escuela. Estos tienen una variante de intercambio (evangelistas), querubines extranjeros con uniforme de colegio privado que suponen motivo de burla para la Mayoría mencionada anteriormente. No hay que olvidar a los que se dedican tirar petardos (musulmanes).

Los sacerdotes de todas y cada una de las religiones no son más que los profesores de guardia en el patio. Que a su vez median  con sus diferencias (a ojos de sus feligreses) en el campo de batalla que es la sala de profesores, cuando en realidad se están repartiendo los artículos confiscados a los alumnos.

Como decía, no tengo nada contra ninguna religión. Ni siquiera contra la musulmana, que tanto ha dado que hablar últimamente por razones obvias, pues todas tienen valores a seguir.

El problema es cuando nuestra mano podrida abre la Biblia, el Corán, la Torá , el Necronomicón o la lectura dispositiva que se tercie para cada religión, y coge de ella lo que interesa, para dejar atrás lo que no.

Es ahí cuando se… ¿malinterpreta? ¿tergiversa? No, amigos míos. Malinterpretar, desde mi humilde (y repito: ignorante) punto de vista requiere unas buenas intenciones por parte del que comete el «error». Pero cuando las malas intenciones son innegables, notables y descaradas, tan sólo queda pensar mal.

No voy a entrar en moros y cristianos pues tendría que mirar en Wikipedia extenderme demasiado en esta entrada y yo creo que ya lo estoy haciendo. Simplemente tenemos que saber una cosa: ni todos somos Santos, ni todos Demonios.

No quisiera irme sin añadir que entiendo perfectamente que ciertas personas puedan sentirse incómodas leyendo estas líneas debido a que las mismas puedan ir en contra de sus convicciones. A ellas indicar, que lo que escribo lo escribo con la objetividad que da la subjetividad no limitada y que si tienen a bien comentarlo, estaré encantado de mantener un debate (desde mi ignorancia) con ellos. Pero que el único propósito de esta entrada es la misma que la del Blog entero: entretenerme, entretener y alejar los pensamientos asesinos de mi mente.

Sin más os dejo con este maravilloso video que glosa sobre las virtudes de las procesiones de Semana Santa

Twitter=@cansinoroyal

Estándar