EL MIEDO
¿Por qué cuándo te vas a dormir la ropa que dejas en la silla adopta la forma de un psicópata que pretende matarte?
Nunca lo sabremos, al igual que nunca sabremos a qué viene eso de matar porque si. Quiero decir: por ejemplo, La Matanza De Texas…
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¿Pa qué?
Me refiero a qué cuerda vibra en el alma de una persona para que ésta piense un día «oye, ¿sabes lo que hace falta? Más asesinatos con destripamiento». Como ese directivo que en una reunión de Antena3 dio un puñetazo sobre la mesa mientras decía «¡ya se lo que necesita la gente: Películas de mierda!». Aunque bueno, al menos A3 pone películas. No recuerdo cuál fue la última película que he visto en Telecinco, sin contar Avatar, claro. Telecinco tiene una curiosa manía, y es que cada vez pone una película no para de poner trailers de 20 minutos hasta que te destripa todo su argumento.
Volviendo a lo de La Matanza de Texas, es que es muy fácil aplicar juicio a una persona solo por ir por ahí reventando gente en lugar de intentar comprenderlo. Nadie se para a pensar si ese señor tiene algún tipo de inquietud. ¿Y si es así porque son las dos de la mañana y lleva desde la una de la tarde con un cortado y donut? Es muy fácil juzgar. Debería daros vergüenza.
Ojocuidado (que es una expresión que me hace mucha gracia), que no se piense que yo comulgo con estos señores. A mí me dan tanto miedo como a vosotros. De hecho las películas de terror me dan pánico. Pero no porque tema que un asesino venga a matarme. Más bien temo que en la vida real haya algún tipo de enzima capaz de hacer que la gente se atonte de tal manera que el malo ya tiene el trabajo hecho. Porque por mucho que las veo no entiendo como sus protagonistas pueden ser tan subnormales.
Como siempre, uno no debe caer en el clásico error de criticar a los demás sin reconocer también sus limitaciones. Y es por eso que yo reconozco, como tantas otras veces, que no estoy para opositar para un premio novel. Como ya he comentado en otras ocasiones, cuando no hay luz en el pasillo lo cruzo corriendo y no me siento seguro hasta que me abro la cabeza contra la puerta de mi habitación. Ese es mi nivel.
Bien, una vez nos hemos sincera todos vamos con el tema que nos ocupa.
TUTORIAL PARA SOBREVIVIR A UNA NOCHE DE TERROR.
Con estas sencillas pautas llegarás a los créditos ileso.
El primer consejo debería ser quédate en casa y aléjate de las cabañas en el bosque, los cementerios, y las casas con sótano. Pero como de ser así no habría argumento para películas de terror, vamos a obviarlo
1- NO SEPARARSE: Lo peor, y al mismo tiempo lo más común en estas películas es la tendencia a separarse. Bien, nunca lo hagas. A menos que seas tú el que ha tenido la idea, en cuyo caso lo mejor para el grupo es separarse… todos juntos… de ti.
2- NO CERRAR EL COCHE CON LLAVE: si algo hay que tener claro en las películas es que tenemos que ser coherentes; no podemos dejar el coche en medio de Manhattan para investigar un crimen (después de haber encontrado aparcamiento en la misma puerta del sitio, por supuesto), y luego irnos a una cabaña en el bosque donde Cristo perdió una alpargata y cerrarlo con llave.
No es solo por coherencia que debemos evitar esta manía, si no por seguridad. Veamos un ejemplo.
Perseguida por el maníaco, la muchacha-objetivo, después de una desesperada carrera desde la casa hasta el coche (otra cosa que nunca entenderé, en la ciudad siempre encuentras sitio en la puerta, ¿pero en el campo dejas el utilitario a tomar por culo cierta distancia de la casa? Coherencia, señores, coherencia), la rubia en cuestión consigue llegar al vehículo, que está cerrado. Con un poco de suerte, tendrá a mano la llave, a no ser que esta esté en poder de su novio, el jugador de fútbol universitario. Cuyas extremidades están, a estas alturas de la película, repartidas equitativa y eficientemente por toda la finca. La persecución se convierte entonces en una cuenta atrás en la que el maníaco se acerca mientras la muchacha tiene que probar en todas, si es como yo, que en un llavero de 3 llaves suelo acertar al cuarto intento, el final de la película está servido.
3-NO CORRER POR EL CAMPO, Y MENOS DE NOCHE: Si algo nos han enseñado las rodillas peladas y el labio partido de la protagonista es que correr a oscuras por un terreno abrupto y mirando hacia atrás es una mala idea. Fijémonos en el maníaco. Él no corre, solo camina, y con cierta parsimonia además. Siempre alcanza a su víctima, y encima esta descansado cuando eso pasa.
5-COMPROBAR ASIENTO DE ATRAS: Incluso habiendo cerrado el coche, el malo siempre se las arregla para colarse en el asiento de atrás. Teniendo en cuenta el tamaño medio de un coche americano, podría tener hasta un puesto de carnicería sobre la alfombrilla, cuidado.
4-NO HACERSE EL HEROE. Es preferible huir para llorarla a ella que lo contrario.
5-NO TE FIES DE NADIE: casi siempre resulta que uno de tus queridos amigos tenía algo que ver con el asesino, quizás esté de su parte o quizás tenga la culpa de su aparición por desavenencias pasadas entre ellos dos. En cualquier caso, pega el culo a la pared y apuñala a cualquiera que desaparezca misteriosamente para reaparecer otra vez con cara de ¿Qué, qué pasa, por qué me miráis así?
5-REMATA AL MALO. O al menos llévate su arma. Puede parecer que esta norma puede entrar en conflicto con la número 3. Nada más lejos de la realidad, apalear (si es con su propia arma, mejor) al malo que se ha caído porque alguien le ha dado una patada en la cantimplora o alguna caricia similar siempre es más sensato que seguir corriendo y darle al sujeto en cuestión la capacidad de recuperarse.
SI TIENES QUE ELEGIR ENTRE DEJAR A ALGUIEN DETRÁS O DELANTE, OPTA POR LO PRIMERO: Quizás este consejo pueda sonar apolítico, por lo que es mejor resumirlo de la siguiente manera: las cebras no necesitan ser más rápidas que el león, solo tienen que ser más rápidas que las otras cebras.
7-PASADA LA PRIMERA PARTE DE LA PELICULA, NUNCA ES UNA BROMA: En toda película de terror que se precie, siempre hay un primer amago de susto que resulta ser uno de los amigos cachondos con ganas de reírse del personal. Lo malo es que te hace bajar la guardia, lo bueno es que el bromista siempre muere. Ocurrido el primer asesinato, si después de que tu amigo el gracioso se haya ido a hacer cualquier cosa, le pierdes de vista y no contesta a tus llamadas, lo mejor que puedes hacer es disparar a lo que aparezca. En el mejor de los casos habrás acabado con una amenaza, y en el peor habrás librado a tu grupo de un imbécil peligroso.
ALÉJATE DEL ESCÉPTICO: Aunque no es el primero en morir, pues ha de morir una primera persona para darle la oportunidad de no creérselo, Este protohipste no tardará en descubrir que estaba equivocado, y por lo general de una forma bastante dolorosa.
Así pues, si sacamos el común denominador de todas las pautas no sale una sola lección muy clara: Espabila.
Espero que este pequeño tutorial os haya servido de algo. Si es así, amigos de Yutiuv ya Dejese laik, y suscríbanse pinches weones
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