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CORRER IV

Esta entrada está dedicada a esas chicas que publican fotos suyas que parecen sacadas de catálogos de Victoria Secret y cuando las conoces en persona parece que vendan romero.

(primera entrada sobre CORRER. Leela pulsando AQUI)

¿Es correr una moda? ¿Se tratará simplemente de algo pasajero que abandonaremos en cuanto encontremos otra novia o en cuanto olvidemos a la anterior? ¿llegará un momento en el que ser Runner se recuerde con el mismo respeto que ser un trekkie? ¿un momento en el que las Nike Pegasus Requeteplus sean un artículo de coleccionista adquirible únicamente en una tienda de antigüedades o un Stradivarius?

De ser así, lo mejor es ir haciéndose ya con un par de ejemplares. Y da la casualidad de que dispongo de un par del 43 que…

Nadie sabe las respuestas a estas y otras preguntas del mundo Runner.

Un Runner es capaz de aguantar media hora sin ir al servicio con tal de no estropear su marca diaria, apretando las nalgas para detener la descarga ilegal tan fuerte que se han registrado casos clínicos en donde las nalgas se han juntado tanto que se han subido la una a la otra, cerrando el ano como si del cierre de un monedero de abuela se tratase.

Sin embargo empieza a llover y el Runner se para. Todo el mundo empieza a correr…  Y él se para… Aunque ya puestos no hay una forma más efectiva para que un Runner se detenga que gritarle «CORRE FOREST, CORRE».  Mano de santo. Se paran enseguida. Otra cosa es que reanuden la marcha hacia tí pero ese es otro tema.

Como he dicho en otras ocasiones, aunque practico este deporte/hobbie/manía/enfermedad, no hace mucho yo era una persona… difícil de mover. 

Una vez un entrenador personal me dio su tarjeta; se la devolví manchada de chocolate.

«-¿dónde está la bolsa de Doritos de 5 kilos que he traído del super?

– ¿jé bolja?»

Por suerte abandoné esa actitud y adopté una mucho más sana y dinámica, lo que me enseñó algunas cosas como la de que hay que salir a correr por las mañanas lo más temprano posible antes de que el cerebro se dé cuenta de lo que estamos haciendo.

Claro que cualquiera, principiante, amateur o profesional, puede tener un día en su vida en el que no le apetezca ir a correr. Hoy no te apetece, y no sabes por qué. Llevas tiempo dándole vueltas a una razón cuando en realidad lo que buscas es una excusa creíble por los demás.

No sufres ningún impedimento físico, si excluimos a la propia morriña; la meteorología no la ha tomado especialmente con el día y no hay ninguna prohibición por parte de las autoridades de salir a correr con motivo de algún apocalipsis Zombie fortuito.

Sea como fuere, tú no tienes ganas de correr hoy. Pero tampoco quieres que los demás se aperciban de ello. No puedes permitir que la gente sepa piense que eres débil. Y para evitar eso, no hay nada como una buena enfermedad improvisada. Eso sí, al revolver el Frenadol no olvides hacer mucho ruido con la cucharilla, a fin de que todo el mundo aprecie lo malo que estás.

No quisiera despedirme sin decir algo que se me ha ido quedado en el tintero en mis  anteriores entradas sobre correr:

Antes de correr hay que calentar, después de correr hay que estirar, y después de estirar hay que DUCHARSE.

Digo esto último porque en este tiempo con corredores he podido advertir que el animal mitológico favorito de algunos es el champú.

«-mira hijo, conservamos el champú de cuando eras pequeño

-aquí pone champú para ornitorrincos…

-lo que importa es que ahora eres muy guapo cielo»

Bueno Runners. Os dejo por ahora, que he agitado el bote de ColaCao sin cerrar la tapa y ahora soy una modelo de Max Factor.

@cansinoroyal

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CORRER 3. A equiparse se ha dicho

Si acabas de llegar a este Blog, lo primero darte la bienvenida, lo segundo recomendarte que antes de leer esta tercera entrega  de la saga te leas las dos primeras entradas de CORRER. coje el dedo y arrastra pa’bajo sin miedo. Por ahí deben estar.

Esta entrada se la dedico al visionario que dijo por primera vez «vaaaaaaamos» a modo de saludo. Dónde quiera que estés, quédate ahí.

Bueno.  Una vez hemos llegado a este nivel entiendo que todos habéis llegado a correr sin parar durante más tiempo que un capítulo de los Simpson (sin contar el de las pausas, no nos pasemos). El problema surge cuando nos damos cuenta de que ya no tenemos 20 años, ni tampoco pesamos 60 kilos, y todas las partes de tu cuerpo que intervienen en la carrera acusan dolencias.

¿Qué podemos hacer contra esto?

Dejarlo.

Apuesto a que hay más de uno que ha llegado aquí y a dicho «pues si lo dice él, que corre con pantis largos, razón no le debe faltar, se acabó».

Que nooooo, que hay solución para casi todo. Podemos buscar entre las distintas medidas para solventar estos incómodos problemas. Porque de todo se sale, hasta del IKEA.

«Día 246, he creído hallar la salida de IKEA en una luz al final de este pasillo, pero ha resultado ser una lámpara de pie llamada Geürstanag (19’95€), empieza a hacer frío, y se me están acabando los lápices»

ADQUIRIENDO EQUIPAMIENTO

«¿pero qué viene, con música?»,»mira yo sólo quiero una playera no un esclavo que la use» O «¿qué son,  de oro?» son algunas de las típicas reacciones ante el precio de la zapatilla deportiva media.

Unas Nike Pegasus Requeteplus, unas Mizuno Correqueloflipas o unas Asics Meriendasueldos. Pueden ser lo mejor en comodidad y seguridad (hasta el año que viene, momento en el cual serán repudiadas en pos de sus nuevas versiones) y además ayudan a las personas que quieren perder peso, pues les arrebata la posibilidad de comer ese mes.

Afortunadamente el calzado, lo más importante a tener en cuenta a la hora de correr, es también lo más caro, por lo que una vez hecho ese desembolso podemos estar tranquilos.

¿Podemos?

Yo ya no estaría  tan seguro.

«¿corres sin haberte hecho las plantillas a medida? ¿Estás loco? te vas a reventar»

«¿no usas medias compresoras? ¿estas loco? Se te van a sobrecargar los gemelos»

«¿pero todavía no te has pillado una cincha de tendón rotuliano? ¿Estás loco? ¡VAS A MORIR!»

A mi si que me va a reventar el del banco cuando vaya a pedir mi segundo descubierto para pillarme otro pedazo de tela elástico.

Es increíble la cantidad de dinero que requiere correr de manera segura y decente. Si entendemos por decente parecer un boxeador de Muai Tai.

No entiendo a que viene tanta maratón solidaria cuando quizás terminaríamos antes si donásemos toda la pasta que nos gastamos en equipación. O incluso antes si en lugar de correr nos dedicásemos a trincar por el cuello a estos ladrones y exigirles que devuelvan lo que han robado.

Ups,  acaba de llegarme un mensajico del CNI, mejor volvamos al tema.

Antes de empezar en esto del running yo tenía la firme de teoría de que todo se trataba de un complot…esta gente sabía algo que nosotros no sabemos y se preparaban para huir.

Pero al final empecé a verlo de otra manera y a apreciar las cualidades de tan solemne deporte. No tanto como para ponerles nombres etíopes a mis hijos pero si que me mantiene interesado. Por tanto me he visto obligado a gastar en una buena equipación para correr de manera  segura y…  Fardar. Dejémonos de tonterías. Esto sólo vale pa fardar.

¿Pero fardar frente a quién? ¿los transeúntes? ¿los coches? ¿otros corredores? No creo, pues para esos tres colectivos sólo significamos una cosa: estorvo

La principal diferencia entre un tío que sale a correr y un Runner son 360 euros en equipación fosforescente (mp3 no incluido). Y es que desde que Nike se ha unido a Apple en su campaña de «O lo tienes,  o vale más que te reintroduzcas en tu madre» no hay Runner que no reciba una cordial felicitación  de Nike por navidad.

Atracar a una persona que va por la calle es delito. Atracar a un Runner es una putada. Al transeúnte medio con quitarle la cartera y el móvil te puedes dar con un canto en los dientes. Dejando a esa persona más pobre y con el ego afectado, pero no tan afectado como al del Runner, cuando te veas obligado a pedirle que se desnude en tu afán por llevarte algo de valor.

«- ¿Ves eso, hijo? Es un runner.

– ¿Y por qué corre, papá?

– Básicamente para amortizar lo que le ha costado la equipación.»

Feliz año a todos. Y espero que las casi 800 visitas a este Blog signifiquen que seguiremos en contacto aunque sólo sea por aquí. Una vez más gracias por dedicarme unos minutos cada par de días. Pasadlo bien y brindad. Hay quien dice que no hay que brindar con agua porque da mala suerte, otras que hay que tomarse toda la copa.

Da igual lo que tomes,pues lo importante en estas fiestas, es eso, brindar. Sed felices.

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CORRER

¿Qué es exactamente lo que se le pasa a una persona por la cabeza el día que empieza a correr? ¿Qué cuerda vibra en el alma de un individuo y/o/u individua para que de repente diga «mañana madrugo y…(esta frase nunca termina bien)… me voy a correr?

Son preguntas a las que jamás hallaré respuesta, o al menos ninguna respuesta que no me lleve a más preguntas. Ni siquiera si nos vamos a la principal: ¿por qué corre la gente? No me refiero a por que corrían en Alemania en el 45. No, me refiero a por qué corre la gente en la actualidad.

Correr y 2014 son dos cosas que a mi juicio no caben en el mismo contexto. Es como el alquiler de películas: Mi madre fue a un videoclub y alquiló una película ayer mismo. Fue a un videoclub… Y pago por ver una película… En 2014…

Quizás habría que buscar en la raíz del asunto. Que es Paco, ese amigo tuyo que dice correr todas las mañanas y que desde que empezó es más feliz, esta más sano, la tiene más grande etc. Encima se toma la libertad de recomendarte una marca de calzado deportivo especial para estos menesteres, el Paco. Aún no se qué razón convincente hay para ir a unos grandes almacenes y adquirir unas playeras para running. ¡Running! ¡que no es una marca como Nike o Adidas aunque lo ponga en el 90% del calzado del Decathlon! ¡que por lo visto son para correr!

Y no acaban ahí las sorpresas, le pides al dependiente que te alcance unas Nike Pegassus Requete plus, que te ha recomendado tu colega el corredor y cuando el tío te trae la caja de cartón y la abres, tus ojos sufren un infarto al contemplar semejante combinación de colores chillones. Te preguntas si son para correr o para trabajar en las pistas del aeropuerto.

Tú que en todo te fijas no puedes reprimir la curiosidad y le planteas la duda a un grupo de corredores a los que has identificado rápidamente porque entre ellos utilizan un extraño dialecto con palabras como «pronador» y «supinador» ( y porque por lo visto desde que empiezas a correr sólo puedes usar ropa de correr, ya sea para ir a hacer la compra o a una boda. No se qué tiene esta gente contra los pantalones largos) sobre a qué viene semejante colorido, a lo que los tres a la vez te contestan como si hablarán con un niño de cinco años que son colores que se ven mejor para correr de noche por carretera.

¿¡Correr de noche!? ¡y por carretera nada menos! ¿Qué pasa, que no hay aceras por la noche? Esta gente esta loca. Le arrancas los zapatos luminosos al colega de las manos y te diriges corriendo a la caja y sin mirar a nadie, no sea que aún quede alguna barbaridad por aprender de este siniestro deporte, pero aun así no puedes evitar que una voz grite a tu espalda «¡bascula más el tobillo para que no se cargue! «.

Así que aquí estás, a las 7 de la mañana de un día que promete ser memorable haciendo estiramientos que, por muy ridículos que a ti te parezcan, no son ni la mitad de ridículos de lo que opina todo el que te ve. Después de haber dedicado unos respetables 15 segundos a calentar, comienzas el trote. Todo tu ser sabe perfectamente que tú, a día de hoy, no estas hecho para correr, y te lo recuerda con discretos espasmos pulmonares, que serían más discretos si no tuvieras la nariz semitaponada. Cosa que parece venir por las Nike Pegassus Requeteplus porque tú en tu vida has tenido la nariz así.

Una serie de ideas te empiezan a rondar por la cabeza. El aire esta demasiado caliente o frio, hay demasiada contaminación, es muy temprano y la humedad molesta a los pulmones… En resumen, cualquier cosa vale para excusar lo gandul que has sido hasta hoy.

Doce minutos más tarde te encuentras sentado en el suelo con la espalda apoyada en un árbol. Hace cinco minutos que has dejado de correr pero es ahora cuando empiezas a recobrar el sentido y dejar de temer por tu vida. Miras las Nike Pegassus Requeteplus que descansan cómodamente en la parte más alejada de tu cuerpo y te acuerdas de todos los familiares de tu amigo Paco a la vez que te preguntas si podrás encasquetarselas a alguien y recuperar el pastón que te han costado.

Sacas el móvil. Y después de cerrar la estúpida aplicación para correr que te costó un ojo de la cara, llamas a tu amigo el corredor.

-¿Sí?

-¿Paco, tu qué número calzas?

-uno distinto al tuyo

-¿y eso? ¿cómo lo sabes?

-porque ya lo investigué cuando pretendía venderte mis putas Nike Peggasus Requeteplus.

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