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Las lluvias.

Para esta semana iba a subir una entrada diferente a esta. Pero he tenido la oportunidad de escribir esta en estos últimos días, ya que me he tomado unas minivacaciones para disfrutarlas con mi pareja y NO HA DEJADO DE LLOVER. Ha sido como si el dios escandinavo del trueno hubiese decidido veranear en Canarias y de paso mantenernos en casa.

«—Mi nombre es Thor, como el sonido del trueno.
—El mío es Luis, como el sonido que haces al quitarle el precinto al DVD»

La lluvia es un simposio de curiosidades que, cuando uno repara en ellas, encuentra apasionantes temas de disertación como una teoría que he elucubrando con relación a los Runners y el agua, se denomina Teoría de los Runners y el agua de Eze, en honor a su autor.

Un Runner no para nunca. Haga frío o calor. Un Runner no hiberna. Tampoco se toma vacaciones de su deporte en verano. Un Runner no para ante  nadie. Los hay que siguen corriendo ante semáforos en rojo. Sin embargo empieza a llover y el Runner se detiene. Todo el mundo empieza a correr, ¡y él se detiene! Algo malo debe de tener la lluvia para que un Runner se rinda ante ella.

No es que la lluvia no sea de mi agrado, pero es que no ha parado de llover en tres días. Y si ya la lluvia es un problema, la gente es mucho peor. O empiezan a exigir un carnet para la gente que lleva paraguas por la calle o me dejan a mí llevar armas de fuego.

¿Es que no se dan cuenta de que ese arma mortal es gigantesca y la acera muy pequeña? Encima yo no soy precisamente pequeño y aquí hay más de una que bien podría caminar por debajo de la cama, que le huele la cabeza a pies, vamos. Y es por eso que el citado artículo me queda a la altura de los ojos…

Se cruzan contigo esgrimiendo esa cosa y encima de que casi te dejan tuerto te miran por encima del hombro como si fueses un violador. Como si fueras por ahí con tu ojo como punta de lanza para importunar a las pobres asquerosas que intentan por todos los medios que no se les estofe el pelo.

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Porque esto es así: cuando llueve las mujeres piensan «esta lloviendo, se me va a estofar el pelo y estas bonitas sandalias romanas que he elegido inteligentemente para una mañana lluviosa de otoño se me van a estropear»; mientras que los hombres son más de «está lloviendo, así se me lava el coche». Porque algunos somos muy nuestros. Como mi vecino: La primera vez que le vimos lavando su coche resultó que era una moto.

Los pedidos acumulándose en el Mcauto de Telde:

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REST IN PEACE LOS MEGAS DE LA FACTURA DE OCTUBRE.

En Gran Canaria hemos tenido una semana interesante con este tema ya que ha llovido más que en los últimos años, y como la isla no está preparada, nos encontramos con problemas como este.

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A este problema le sigue otro: la gente no para de enviarte videos y fotos de gente flotando. Resultado: los megas de la tarifa de octubre por el sumidero (nunca mejor dicho). Tengo videos y fotos de inundaciones y riadas en el móvil como para montar dos secuelas de Titanic.

Un minuto de silencio por todos los megas muertos en estos últimos días.
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⌚👀
Joder queda un huevo…
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En fin, que vuestro luto sea interno.

Cada vez que llueve tengo que aguantar a algún gallego diciendo «¡Eu! Que esto en Galicia… ni es lluvia ni es nada ¿eh?» es el mismo que una vez dijo «¡Eu! Voy a imitar a un canario: ‘Yayo Yayo Yayo…'». Aunque a día de hoy sigo sin entender del todo su gutural forma de pedir atención, he de decir que tiene razón en lo referente a las lluvias.

Ha llovido mucho, si. Pero no tanto como suele llover en otras partes de España en donde a penas han ocurrido la mitad de percances que aquí. Conclusión: vamos a morir todos este invierno sin falta.

En fin. Puede que nos ahoguemos, que seamos ensartados por un paraguas, o que muramos electrocutados al intentar enchufar el cargador al móvil con tanta foto de agua dentro pero, pesimismos a parte, me encanta la lluvia. Estar en casa cuando llueve se me antoja una experiencia tan placentera como cuando acabas de aparcar y alguien te pregunta si vas a salir. Oh…

Pero…  ¿Por qué me gusta tanto estar en casa cundo diluvia? ¿Será por la relajación que solo puede provocar el ruido de la lluvia? ¿quizás por el regalo para la vista que representan gotas resbalando por el cristal de mi ventana? ¿o quizás, a riesgo de parecer mezquino, es por el regocijo que supone el saber que hay gente que se está mojando y yo no?

Aunque todas son válidas. Ninguna de ellas se acerca tanto a la verdadera: ESTOY EN CASA Y MI NOVIA NO ME DA EL COÑAZO PARA SALIR. Ohhh seeeeeeeee… No hay ningún «vamos a dar una vuelta», ningún «Hay que comprar esto o aquello» hasta el «baja la basura»  encuentra aquí su proroga. Así que aquí estamos mi novia y yo. Viendo caer la lluvia por la ventana mientras las planchas de uralita del vecino del bajo tocan su particular batucada.

Que bonito es compartir estos momentos con la persona que quieres… De verdad que a veces la miro y me dan ganas de poner el pause a la Play para darle un beso. En cuanto guarde la partida le digo que la quiero.

Sin más me despido entre chubascos, no sin antes daros un par de consejos: tened cuidado donde pisais, evitad coger el coche, y sobre todo…

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Twitter=@cansinoroyal

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Un comentario en “Las lluvias.

  1. Raúl dijo:

    Yo dejaba a tu novia fuera del coche en un diluvio…y me encerraba dentro con mi musiquita y mi aire calentito. Me quitaba la bufanda, el abrigo, abatía el asiento y ya luego la dejaba entrar. Seguro que así comprende que no hay que salir cuando llueve, y el porqué de estar en casa tan agustito. Luego si necesitas compañía para ahogar tus penas en alcohol, podrás contar conmigo.

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